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Contraindicaciones de las vacunas

 

Una vacuna está contraindicada cuando el riesgo de complicaciones asociadas es superior al riesgo asociado de padecer la infección natural o cuando se prevé que la respuesta inmunitaria va a quedar reducida o anulada por las características de los receptores (edad, inmunodepresión, etc. Los riesgos asociados a la vacunación cada vez son menos probables y muy excepcionalmente pueden provocar complicaciones graves en los vacunados. Existen muy pocas contraindicaciones absolutas a la inmunización, pero es necesario diferenciar determinados casos:

 

Verdadero:

Las embarazadas no deberían vacunarse en términos generales, aunque puede ser muy recomendable en según qué casos. Si además se utilizan vacunas inactivadas o muertas, éstas no acarrean un riesgo especial durante el embarazo

En los inmunodeficientes deben utilizarse vacunas inactivadas o muertas, ya que las vivas podrían tener repercusiones importantes en el inmunodeprimido.

El hecho de que en dosis previas se produzcan reacciones anafilácticas o reacciones de hipersensibilidad ha de considerarse una contraindicación absoluta para cualquier tipo de vacuna.

Existen contraindicaciones relativas, en pacientes con cuadros febriles agudos y trastornos neurológicos evolutivos, en los que simplemente se retrasa la vacunación hasta que sea posible

 

Falso:

Las falsas contraindicaciones son muy comunes en nuestro medio, entre ellas: reacción leve a dosis vacunales previas, prematuridad, edad avanzada, madre de lactantes, tratamiento antibiótico, esplenectomizados, antecedentes de alergias, diabetes, enfermedades crónicas u hospitalización, etc. Son casos en los que incluso la vacunación puede ser muy recomendable.

 

 

Una vacuna está contraindicada cuando el riesgo de complicaciones asociadas es superior al riesgo asociado de padecer la infección natural o cuando se prevé que la respuesta inmunitaria va a quedar reducida o anulada por las características de los receptores (edad, inmunodepresión, etc. Los riesgos asociados a la vacunación cada vez son menos probables y muy excepcionalmente pueden provocar complicaciones graves en los vacunados. Existen muy pocas contraindicaciones absolutas a la inmunización, pero es necesario diferenciar determinados casos:

 

Verdadero:

Las embarazadas no deberían vacunarse en términos generales, aunque puede ser muy recomendable en según qué casos. Si además se utilizan vacunas inactivadas o muertas, éstas no acarrean un riesgo especial durante el embarazo

En los inmunodeficientes deben utilizarse vacunas inactivadas o muertas, ya que las vivas podrían tener repercusiones importantes en el inmunodeprimido.

El hecho de que en dosis previas se produzcan reacciones anafilácticas o reacciones de hipersensibilidad ha de considerarse una contraindicación absoluta para cualquier tipo de vacuna.

Existen contraindicaciones relativas, en pacientes con cuadros febriles agudos y trastornos neurológicos evolutivos, en los que simplemente se retrasa la vacunación hasta que sea posible

 

Falso:

Las falsas contraindicaciones son muy comunes en nuestro medio, entre ellas: reacción leve a dosis vacunales previas, prematuridad, edad avanzada, madre de lactantes, tratamiento antibiótico, esplenectomizados, antecedentes de alergias, diabetes, enfermedades crónicas u hospitalización, etc. Son casos en los que incluso la vacunación puede ser muy recomendable.

 


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