Hipotermia
CGCOF
La ola de frío que está padeciendo España, junto a la posibilidad de quedarnos aislados debido a las condiciones climatológicas, nos obliga a extremar los cuidados para evitar una hipotermia.
La hipotermia consiste en el descenso peligroso de la temperatura corporal, por debajo de 35º. La hipotermia ocurre cuando el cuerpo pierde más calor del que puede generar y generalmente es causada por una prolongada exposición al frío. Entre las personas con mayores probabilidades de experimentar hipotermia están las personas mayores y los más jóvenes, los enfermos crónicos, las personas desnutridas, las excesivamente cansadas y quienes están bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Las causas más comunes que pueden provocar hipotermia son permanecer al aire libre con temperaturas muy bajas, usar ropas húmedas por mucho tiempo cuando el frío es extremo o sumergirse en aguas en temperaturas muy frías. Los síntomas suelen comenzar lentamente, y a medida que la persona desarrolla hipotermia, sus habilidades para pensar y moverse a menudo se van perdiendo lentamente. De hecho, es posible que la persona con hipotermia no esté consciente de la necesidad de tratamiento médico de emergencia. Además, se incrementa la probabilidad de sufrir congelación.
Los síntomas de la hipotermia son confusión, somnolencia, debilidad y pérdida de coordinación. Además la piel se pone pálida y fría, disminuye el ritmo respiratorio y la frecuencia cardiaca. Por último se produce un temblor incontrolable. Si la persona que padece hipotermia no recibe tratamiento oportuno, se puede presentar letargo, paro cardíaco, shock y coma. La hipotermia puede llegar incluso a ser mortal en casos extremos.
Ante un caso de hipotermia los primeros auxilios son de suma importancia. Si la víctima está inconsciente, se deben examinar las vías respiratorias y la circulación, y si fuese necesario se realizar respiración artificial. Debe llevarse a la persona a un área con temperatura ambiente y cubrirla con mantas calientes, además cubriremos la cabeza y el cuello para ayudar a retener el calor corporal. Se debe calentar a la víctima. De ser necesario, se debe usar el cuerpo de uno mismo para ayudarla a calentarse. Se deben aplicar compresas tibias en el cuello, pecho e ingle.
Si la persona afectada de hipotermia está alerta y puede tragar con facilidad, le daremos líquidos dulces y calientes, no alcohólicos, que ayuden con el proceso de calentamiento. Por último es necesario permanecer con la víctima hasta que llegue la ayuda médica.