La migraña o jaqueca es una enfermedad crónica, de causa no conocida que se manifiesta por crisis o ataques repetitivos de intensos dolores de cabeza. Suelen asociarse a unas características especiales como náuseas, fotofobia o hipersensibilidad a la luz, fonofobia o hipersensibilidad al ruido, y empeoramiento con la actividad física.
La migraña usualmente comienza antes de los 40 años de edad y se pueden diferenciar dos tipos. Las migrañas comunes o sin aura representan el 80%. En ellas el dolor de cabeza comienza unilateralmente pero después se expande a toda la cabeza. El dolor es "palpitante" de intensidad moderada-intensa y exacerbado por el movimiento. Los episodios pueden durar entre 4 y 72 horas. Suele haber una historia previa de ataques similares y no hay evidencia de enfermedad orgánica.
Por otra parte las migrañas clásicas comienzan con un aura o "aviso" que puede ocurrir desde varias horas a 2 días antes del inicio del dolor de cabeza y dura menos de 60 minutos, dejando paso al propio dolor de cabeza. El aura visual es muy común en la migraña y tiene dos formas: un área de pérdida visual y la presencia de brillos en zig-zag.
Se piensa que las migrañas o jaquecas están ocasionadas por la dilatación de los vasos sanguíneos de la cabeza, que estimulan las terminaciones nerviosas que ocasionan el dolor. Estas dilataciones provocan un dolor palpitante intenso, normalmente sobre un lado de la cabeza, y están asociadas normalmente a las náuseas y vómitos. Las jaquecas afectan a las mujeres tres veces más que a los hombres y tienden a heredarse.
Existen una serie de consejos útiles en el tratamiento de las migrañas. En primer lugar debemos mantenernos en reposo, sin ruidos y en un lugar oscuro. Unas compresas alternando agua fría y tibia en la frente y base del cuello disminuirán el dolor. De la misma manera tomar baños de agua tibia y realizar masajes en cuello y nuca amortiguarán los síntomas. Como medicamento puede utilizarse Paracetamol.
La prevención de los dolores de cabeza se considera más importante que el tratamiento. Como muchas de las causas son conocidas, pueden evitarse fácilmente. Mediante ciertos consejos domésticos se pueden mitigar un 90% de todos los dolores de cabeza. Entre ellos se pueden citar la ingestión abundante de agua cada día, evitar el alcohol y el tabaco, hacer ejercicio regular, evitar cualquier alimento conocido que agrave el problema y las situaciones de estrés, además de dormir las horas correctas cada día.
No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas con la salud. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.
CGCOF/COFIB