Descargar prospecto del Día Mundial de la Salud 2011 OMS
El problema de la resistencia a los antimicrobianos no es nuevo, pero se está volviendo cada vez más peligroso.
Son necesarias actuaciones urgentes y unificadas para evitar que regresemos a la era preantibiótica.
Con motivo del Día Mundial de la Salud 2011, la OMS hará un llamamiento a la acción para detener la propagación de la resistencia a los antimicrobianos mediante la adopción por todos los países de seis medidas de política para luchar contra dicha resistencia.
Vivimos en una era en la que dependemos de los antibióticos y de otros antimicrobianos para tratar enfermedades que eran mortales hace algunos decenios, o solo algunos años, como en el caso del VIH/sida. Cuando aparece la resistencia a los antimicrobianos (o farmacorresistencia) estos medicamentos dejan de ser eficaces. En el Día Mundial de la Salud 2011 la OMS va a pedir un mayor compromiso mundial para salvaguardar estos medicamentos para las generaciones futuras. La resistencia a los antimicrobianos (el tema del Día Mundial de la Salud 2011) y su propagación mundial ponen en peligro la persistencia de la eficacia de muchos medicamentos utilizados hoy en el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
Para el Día Mundial de la Salud 2011 la OMS pedirá a los gobiernos y a otras partes interesadas que apliquen las políticas y las prácticas necesarias para prevenir y contrarrestar la aparición de microorganismos muy resistentes.
§ Las infecciones causadas por microorganismos resistentes no responden al tratamiento ordinario, lo que trae como consecuencia una enfermedad prolongada y el riesgo de morir.
§ Cada año se producen unos 440 000 casos nuevos de tuberculosis multirresistente que causan al menos 150 000 muertes.
§ La resistencia a los antipalúdicos de la generación anterior, como la cloroquina o la sulfadoxina-pirimetamina, es generalizada en la mayoría de los países donde el paludismo es endémico.
§ Un alto porcentaje de infecciones hospitalarias se debe a bacterias muy resistentes, como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.
§ El uso inadecuado e irracional de los antimicrobianos crea condiciones favorables a la aparición, propagación y persistencia de microorganismos resistentes.
Es el fenómeno por el cual un microorganismo deja de verse afectado por un antimicrobiano al que anteriormente era sensible. Los microorganismos resistentes (entre ellos las bacterias, los virus y algunos parásitos) son inmunes a los efectos de los antimicrobianos, como los antibióticos, los antivíricos o los antipalúdicos, de modo que los tratamientos habituales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas. La resistencia es una consecuencia del uso de los antimicrobianos, y en particular de su abuso, y surge por mutación del microorganismo o adquisición de genes de resistencia.
Las infecciones por microorganismos resistentes no responden a los tratamientos habituales, lo cual prolonga la duración de la enfermedad y aumenta el riesgo de muerte.
La RAM reduce la eficacia del tratamiento, con lo que los enfermos persisten infectados por más tiempo, hecho que a su vez propicia la propagación de los microorganismos resistentes a otras personas.
Existe el riesgo de que muchas enfermedades infecciosas se vuelvan intratables, lo cual podría echar por tierra lo que se ha conseguido para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud para el año 2015.
Cuando las infecciones dejan de responder a los medicamentos de primera línea, hay que recurrir a productos más caros. La prolongación de la enfermedad y del tratamiento, a menudo en hospitales, también aumenta los costos asistenciales y la carga económica sobre las familias y la sociedad. La resistencia del VIH a los medicamentos antirretrovíricos es un motivo de preocupación cada vez mayor.
En efecto, hace peligrar los adelantos de la medicina moderna. En ausencia de antimicrobianos eficaces para el tratamiento y la prevención se pondría en peligro el éxito de tratamientos como el trasplante de órganos, la quimioterapia antineoplásica o las grandes intervenciones quirúrgicas.
El aumento del comercio y los viajes internacionales permite que los microorganismos resistentes se propaguen rápidamente a países y continentes lejanos.